Descargue Carmesí

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Carmesí es un libro ilustrado de Microcuentos, disponible bajo licencia Creative Commons 4.0 (CC,BY) escrito por Jorge Urrea. Siéntase libre de Descargarlo y compartirlo

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viernes, 11 de noviembre de 2022

Nos miden el aceite

 Están tirando globos, escondidos como micos en las grandes y complejas leyes que gestionan de espaldas al pueblo, —pero en su nombre—. Los lanzan y esperan las reacciones. Así, nos miden el aceite.

 

Una de las características más representativas de las dictaduras, o de las falsas democracias, mejor dicho, de los gobiernos autoritarios, es la represión a la prensa, el control sobre lo que se informa, la imposición de mensajes y la posterior creación de medios de bolsillo.

 

La DW tituló en 2021: “El oscuro panorama para la libertad de prensa en Latinoamerica” en el texto cita a Natalie Southwick, Coordinadora del Programa para América Latina y el Caribe del Comité para la Protección de los Periodistas, quien afirma: "Hay muchas razones para preocuparse por la libertad de prensa en la región: las nuevas olas de represión en Nicaragua y Cuba, la retórica antiprensa de líderes como Bolsonaro y Bukele, periodistas asesinados en México y Haití o abusos policiales contra la prensa en países como Colombia y Chile". En apenas 3 meses del gobierno Petro ya se dejan ver las intenciones de control a los contenidos y la intervención en los asuntos de los medios masivos.

 

El tema del control previo, propuesto por el Ministerio de Justicia, no es un caso aislado y mucho menos una ligereza de un viceministro. Hace apenas un mes se conoció la existencia de un proyecto de ley, del senador del Pacto histórico, Robert Daza, apoyado por la ex Farc Sandra Ramírez, que pretende “democratizar los medios”. 

 

En el texto se propone la regulación de los medios de comunicación en Colombia, incluyendo temas como la pauta y el acceso al espectro, con absurdos antitécnicos respecto a la redistribución espacio radioeléctrico de manera equitativa y no considerando las necesidades reales de un bien finito del Estado. Además,  propone crear burocracia con un “Consejo Nacional de la Política Pública de Comunicación Comunitaria, Alternativa y Popular”. Por otro lado, el fortalecimiento de los medios comunitarios, cosa que no está mal, siempre y cuando se haga la vigilancia respecto al deber ser de estos y no sean usados con fines políticos. Además de validar el verdadero uso comunitario y no, como infortunadamente pasa, el uso particular-comercial.

 

Uno de los más controvertidos puntos del proyecto en mención tiene que ver la creación de espacios semanales de televisión y radio para todas las organizaciones y movimientos sociales en franjas triple AAA. Es decir, la de mayor audiencia. Si esta propuesta llegara a hacerse realidad, los medios privados, que pagan por el usufructo del espectro radioeléctrico, tendrían que poner sus espacios de mayor audiencia y por ende de mayor pauta al servicio de estas asociaciones, seguramente, en detrimento de la calidad de producción y la subsecuente pérdida de rating. Si se abre esa puerta, con certeza, será menos el tiempo al aire de programas, en prime time, pensando en la audiencia; en cambio, habrá muchos ‘ladrillos’ de los movimientos que saldrían por doquier a reclamar su espacio. Verbigracia los noticieros del Senado y la Cámara, que no contentos con tener un canal exigen espacios en los únicos dos canales privados. 

 

El proyecto mencionado suena parecido a la propuesta del Ministerio de Justicia, de modificar el Código Penitencial y Carcelario, donde pretendían meter un mico para que los medios crearan mensajes de “concientización ciudadana sobre la política criminal” que además debían pasar por control previo. Cosa que no es posible gracias a nuestra Constitución Política. Si en cada ley le meten la mano a los contenidos mediáticos, no habría parrilla que alcance para saciar el protagonismo y las ideas de quienes quieren obtener réditos con el trabajo y los espacios de los demás.

 

Nos están midiendo el aceite para ver qué decimos en cosas pequeñas, porque muchas de estas iniciativas caben dentro de leyes existentes, por ejemplo, los mensajes cívicos y los espacios institucionales, que perfectamente son los mensajes que propone el MinJusticia, están regulados por la Ley 182 del 95 y los artículos 5 y 9 del Acuerdo de la CNTV 02 de 2011 en cabeza, hoy, de la CRC.

 

Nos vemos en la red (0), hasta que nos dejen.

¿Qué pasa con RTVC?

 A punto de completar los 100 días de gobierno, Gustavo Petro aún no ha nombrado gerente de Radio Televisión de Colombia  (RTVC), el desinterés o al contrario el interés polítiquero, vaya uno a saber, es evidente. 

 

En 2004 se acabó Inrravisión e inició una reestructuración, en términos de producción y programación, que llevó a la creación de un sistema de medios con contenidos culturales que representan la identidad del país y gestionan la información necesaria para que la ciudadanía entienda qué pasa con el Estado. 

 

Este sistema está comprendido por 4  emisoras radiales con estaciones en gran parte del territorio nacional, 2 canales de televisión y medios digitales, dentro de ellos una OTT que pone a disposición de la ciudadanía contenidos bajo demanda producidos y programados por RTVC, es decir, algo así como un Netflix público y gratuito llamado RTVC Play. 

 

El gerente del sistema de medios públicos, quien antes tenía la denominación de presidente, tiene, en mi criterio, rango ministerial. De hecho, a pesar de que el Ministerio TIC es quien da línea, la designación del gerente suele ser una decisión presidencial, esto demuestra el nivel estratégico del cargo y la relevancia y responsabilidad, en términos de contenido, identidad nacional y el cumplimiento de las funciones de ley de: educar, informar veraz y objetivamente y entretener. 

 

Además de lo mencionado anteriormente, por supuesto, también de establecer la línea editorial. — Infortunadamente, esto no es la BBC—, por eso es clave que en ese cargo esté alguien que comprenda que el sistema de medios públicos es de todos los colombianos, dentro de los que nos contamos el 47,27% que no votamos por Petro y que no queremos que el sistema de medios públicos se convierta en caja de resonancia ideológico-activista. Esta afirmación que podría sonar prejuiciosa no es infundada.

 

Recordemos el desafortunado paso por esa posición de Juan Pablo Bieri, quien, nombrado allí por el Expresidente Duque, incurrió en censura contra Los Puros Criollos, uno de los programas bandera de Señal Colombia, que logró retratar de manera divertida y precisa las costumbres e intereses de los colombianos, pues el personajillo en mención, no tuvo reparo en ordenar la cancelación de las reemisiones de las diferentes temporadas y en poner fin a la producción de la serie. Una gran ola de indignación se manifestó en las redes, incluyéndome, poniendo en evidencia el mal proceder y al final, Bieri no tuvo más remedio que renunciar. Este es un ejemplo con final ‘feliz’ pero…

 

Especulando un poco, no de manera injustificada, todas estas semanas de retraso en el nombramiento del gerente en propiedad de RTVC podrían tener ver con: 1. Lobby, desalmado, por parte de los paridos de la coalición de gobierno para poner su ficha allí.  2. Tensión interna en el Pacto Histórico, en busca de un gerente recalcitrante, suenan nefastos nombres, Hollman Morris y Sergio Barbosa, ambos perfectamente se corresponden con el Bieri de la izquierda. 3. Desconocimiento del presidente de la importancia del cargo vacante. 4. Todas las anteriores.

 

Como dije antes, el gerente de RTVC debe garantizar la pluralidad de contenidos y de ideas en el sistema de medios públicos. Debe ser alguien que entienda la industria y la sociedad, porque esta no es una empresa de embutidos o de muebles, es una empresa que trabaja con la consciencia social. Debe ser alguien que respete a los empleados y productores, esto es que no mire ideologías a la hora de validar los contenidos y a quienes los producen, y en el otro sentido, que no ponga los contenidos al servicio de una causa ideológica. En RTVC y sus contenidos debemos estar reflejados todos los ciudadanos, no solo los que ganaron.

 

Se Petro tuviera buenas intenciones con RTVC hace rato hubiera nombrado gerente, porque gente buena, en especial de izquierda, en el tema mediático hay mucha, pero, a lo mejor, no con la palanca que se necesita para llegar esta honrosa posición.  

 

Nos vemos en la red (0)

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