miércoles, 6 de marzo de 2030
lunes, 4 de noviembre de 2024
Algoritmos vs Juicio Editorial
En un reciente artículo publicado por NiemanLab, se revela cómo The New York Times (NYT) ha estado experimentando con la integración de algoritmos para la selección de contenidos en su página de inicio. Este sistema híbrido plantea hacer más eficiente el proceso editorial, sin perder de vista la relevancia periodística de cada historia. Aunque el uso de algoritmos en los medios no es nuevo, la forma en que NYT está abordando esta fusión entre la automatización y el juicio editorial es, cuanto menos, intrigante.
El diario, que publica más de 250 historias diarias, ha optado por utilizar algoritmos que filtran y organizan el contenido, pero con una condición: los editores humanos tienen la última palabra. Según el NYT, su meta no es reemplazar la intervención humana, sino complementar la toma de decisiones con datos. De este modo, los algoritmos ayudan a clasificar las noticias más relevantes y los editores intervienen para asegurar que los temas más importantes ocupen los lugares de mayor visibilidad. Incluso tienen la facultad de "anclar" historias en la parte superior, anulando cualquier recomendación algorítmica.
A primera vista, este enfoque parece intrépido y revolucionario: aprovechar el poder de los datos para optimizar la curaduría, sin sacrificar el análisis crítico y el contexto que solo los humanos pueden aportar. Pero surge una duda importante: ¿cuánto tiempo podrá mantenerse este equilibrio? Si bien el NYT insiste en que el juicio editorial sigue siendo esencial, la tendencia en otros sectores advierte que, con el tiempo, la dependencia de la tecnología puede terminar desplazando el criterio humano.
El verdadero peligro no está en que los algoritmos estén ayudando a organizar la página de inicio hoy, sino en que en un futuro próximo el rol de los editores pueda volverse meramente testimonial. Es decir, que terminen como simples espectadores de decisiones automatizadas.
Además, no se puede perder de vista que los algoritmos, por muy entrenados que estén, no están exentos de sesgos. Estos sistemas aprenden de patrones de comportamiento previos y carecen de capacidad de interpretación y contexto. Características propias de un editor humano.
La noticia más vista no es siempre la más importante, por ejemplo suele pasar que el entretenimiento y el amarillismo se llevan la mayor cantidad de clics. Así pues, la capacidad de discernir entre la relevancia inmediata y el impacto a largo plazo es algo que, por ahora, solo los seres humanos podemos hacer.
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Netflix sigue firme
El informe Upfront 2024 de Netflix destaca un año de crecimiento en sus ingresos por publicidad y suscriptores. Lo que lo mantiene firme como líder en la industria del entretenimiento del streaming. Según los datos suministrados por la compañía, esta aumentó en un 150% los compromisos publicitarios en comparación con el 2023, lo que contrasta con los pronósticos de su plan de pauta que, al contrario de lo pensado, consiguió consolidarlos como líderes, en vez de poner en riesgo el capital de suscriptores. Según Netflix, la compañía cuenta con 40 millones de usuarios activos mensuales. Este segmento equivale al 45% de las nuevas suscripciones en los mercados donde está disponible.
El resultado del modelo con anuncios no solo proviene del atractivo de los precios más bajos para los usuarios, sino también del creciente interés de grandes marcas en la capacidad de Netflix para atraer audiencias. De hecho, los anunciantes han aprovechado las oportunidades de asociarse con producciones como "Squid Game", "Outer Banks" y eventos deportivos en vivo, incluyendo la transmisión de juegos de la NFL en Navidad
El streaming sigue dominando el panorama de entretenimiento y la competencia no se detiene, Amazon Prime Video. Por ejemplo, también considera incluir anuncios como parte de su modelo de negocio. Por su parte, Netflix ha manifestado que sus anuncios cumplen con una alta calidad y se enfocan desde una perspectiva de experiencia publicitaria personalizada.
Si bien el contenido bajo demanda por suscripción gobernó el modelo de negocio de este tipo de plataformas, este “nuevo viejo” proceso comercial de pauta, cambia no solo la forma de financiación sino -lo que es disruptivo- la tipología de contenidos que ofrecen los portales, ya que con este modelo se expande la oferta de eventos en vivo, lo que era uno de los pocos bastiones que le quedaba a la televisión convencional.
De nuevo se baraja la forma de consumo, ¿qué dirán ahora quienes andaban matando la televisión? Cuando parece que volvemos al modelo de paleotelevisión descrito por Eco, constituido por horarios fijos para la emisión de las producciones y financiación a partir de pauta publicitaria, que seguro dependerá del número de visualizaciones de los programas.
La evolución mediática, como metáfora bilógica, demuestra que algunas especies no se extinguen, sino que coexisten como fósiles vivos o como mutantes ancestrales.
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TvRadio
Una de las posibilidades más interesantes de la evolución mediática es la hibridación, esa mezcla que se produce entre géneros y formatos, así como entre medios de distinta naturaleza. No es lo mismo la convergencia que la hibridación. En la primera, los contenidos asumen las formas narrativas de los medios tradicionales (radio, prensa, televisión); en la segunda, se amalgaman, compartiendo características narrativas y estéticas.
Lo que comenzó ayer con la nueva programación del Canal Uno —ahora bajo la tutela del Grupo Prisa— es un ejemplo de hibridación que, si bien no es novedoso en Colombia (pensemos en Blu Radio, que es hija de este concepto), sí representa una forma poco convencional de producir, emitir y consumir contenidos mediáticos.
La "radio que se ve" no es un concepto reciente. Ya las grandes cadenas de televisión por cable utilizaban este método para mantener sus diversas plataformas con contenido fresco. Por ejemplo, ESPN, en los años 2000, emitía un programa radial en su canal de televisión cerrada. No era un programa de televisión como tal, sino una extensión de la cabina de radio a la pantalla, permitiendo que los televidentes escucharan la emisora y vieran a sus protagonistas. Sin embargo, la cámara no narraba; solo captaba la curiosidad del espectador —aunque hay quienes opinan que esto resta la magia de las imágenes mentales que crea el sonido en la radio.
En cualquier caso, las narrativas de este nuevo modelo propuesto para el Canal Uno deberán ajustarse a la "radio que se ve", con lenguajes acomodados de tal manera que las referencias visuales deberán ser decodificadas por los oyentes tradicionales. Le ha sucedido recientemente a Juan Diego Alvira en W Radio, quien se enreda intentando explicar lo que antes señalaba simplemente con el dedo.
Desde un punto de vista más romántico, también se pierde un poco la intimidad de la cabina radial. El arte visual —que, en mi opinión, es barato, con muchos pendones y mesas de MDF— ha sido improvisado para enmarcar lo que antes imaginábamos sin límites.
En definitiva, esta propuesta de Prisa, lo que llamo TvRadio, es un "dos por uno" desde la perspectiva del negocio mediático: el mismo contenido, los mismos talentos – sabrá Dios si con los mismos sueldos-, pero explotados en dos plataformas comerciales.
Este fenómeno merece un análisis más profundo. Nos vemos en la red (0).
Campus entre voces
Desde hace un par de semestres vengo trabajando, con mis estudiantes de radio, en ejercicios académicos que se acerquen a la realidad de los medios, es decir, que apropien las rutinas de producción reales y no prototipos de aula, paternalistas o idealistas.
Para esto hemos analizado los modelos de la radio comercial, sus estructuras de producción, narrativas y estéticas, mezclados con los intereses comunicativos de la radio pública. Así, los estudiantes han diseñado formatos con continuidad narrativa que los obligan a mantener la disciplina de investigar, producir y emitir contenidos de manera periódica -tal cual como en la vida real-. A diferencia de la entrega de una tarea que se cumple y se archiva, se trata de un laboratorio de experimentación narrativa, pero al aire.
En este semestre académico proyectamos producir series de ficción, que como dije en la columna anterior, es una rareza en nuestro país, también formatos de eduentretenimiento, por ejemplo, sobre salud mental y un informativo que tendrá 16 emisiones y que se enfocará en destacar las voces del campus universitario de la Universidad del Quindío desde una perspectiva que represente los intereses de contenido de los estudiantes.
Para este proyecto, en mi criterio ambicioso, contamos como aliado con la Ufm 102.1, emisora de la Universidad del Quindío, que ha dispuesto espacios para la emisión de los contenidos realizados por los estudiantes y toda la infraestructura para la promoción y difusión de los mismos. Serán 7 miniseries de 4 capítulos, más un informativo los que emitiremos como resultado de aprendizaje de los estudiantes que cursan la materia Radio II en el programa de Comunicación Social-Periodismo de la UQ.
Esta semana iniciamos con Campus Entre Voces, emitido los lunes y miércoles a las 3:30 de la tarde, en el primer editorial del informativo, su equipo de periodistas pronunció el siguiente compromiso con la audiencia: “Este programa no será sólo un conjunto de sonidos y palabras; pretende ser el latido de nuestra comunidad, el eco de nuestras historias y la resonancia de nuestras voces.” Y añadieron, “Prometemos no poner "la técnica por encima de la filosofía", como ya dijo Kapuscinski. No buscamos el brillo fugaz del espectáculo, sino la luz firme de la verdad.”
El editorial finaliza reflexionando sobre el papel de la radio universitaria afirmando que esta “no depende de las presiones comerciales ni de empresas que reclaman audiencias para aumentar sus ganancias. No cuenta oyentes como cifras porque su prioridad no es el rating, sino el conocimiento, la cultura y los problemas que nos conciernen como comunidad universitaria. Aquí, nos comprometemos a entregarles rigor, a valorar el pensamiento crítico por encima de la superficialidad. “
Respetados lectores, los invito a escuchar estos productos realizados por comunicadores en formación, quienes con consciencia y pasión están comprometidos con aportar nuevos contenidos, esos que ellos quieren consumir.
Nos vemos en la red (0) y nos escuchamos en la radio.