Afirma el texto del video de celebración de los 30 años que cumple La Crónica del Quindío, que los mayores en el oficio del periodismo decían que hay que gastar las suelas de los zapatos para hacer bien tarea. Aunque esta máxima no necesita explicación, no está de más aclarar por qué es pertinente traerla a colación en estos momentos de ‘democratización’ del ejercicio del periodismo.
La digitalización ha puesto al alcance de todos, literalmente, canales de difusión de información que suelen confundirse con medios de comunicación, espacios donde usualmente laboran los periodistas. Así, todo el que tenga un celular y acceso a internet se podría hacer llamar periodista. Como indica Antonio López de Zuazo “a finales del siglo XX muchas personas se llaman así mismas <<periodistas>>, cuando más acertado sería denominarlas <<colaboradores de la prensa>> <<locutores de radio>> <<presentadores de televisión>>, auxiliares de redacción o inclusive aprendices de la profesión”. López Zuazo recuerda que el origen del término periodista se remonta a 1763 y que está ligado al ejercicio de la escritura “periódico es anterior a periodista: escritor periódico, papel periódico, obra periódica.” Para el caso de las plataformas digitales no debería ser diferente, la constancia y perseverancia serían puntos de partida.
Ahora bien, no es suficiente con producir contenidos de manera periódica —para prensa, radio, tv, plataformas digitales—, para hacer buen periodismo hay que moverse, buscar la información hacer reportería, en este caso el origen del término nos lleva al principio de esta reflexión: reportero viene del prefijo latino re-, que indica hacia atrás y del verbo portare -portar- finalmente del sufijo -ero, que indica oficio o profesión. “Entonces, el reportero es el que tiene el oficio de ir a un lado y devolver al punto de partida (re + portare) con las noticias.” Dice el portal etimologías.dechile.net.
Esta idea de moverse a buscar la información se hace más pertinente cuando, a partir de las facilidades tecnológicas, muchos de los que se hacen llamar periodistas se limitan a copiar y pegar los correos con los boletines de prensa o incluso a re procesar la información que está por doquier en la nube. Justamente este año el Papa Francisco en la 55a Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales instó a los profesionales a “desgastar las suelas de los zapatos, y buscar historias o verificar de visu ciertas situaciones” también indicó el Papa que “el periodismo, como relato de la realidad requiere la capacidad de ir allá donde nadie va: un movimiento y un deseo de ver. Una curiosidad, una apertura, una pasión”.
Al llegar a sus 30 años La Crónica del Quindío cumple cabal y plenamente con los conceptos de periodismo y reportería aquí expuestos. A este diario le tengo gratitud, por bridarme el presente espacio de opinión libre que me honra; respeto, por el trabajo periodístico que realiza y admiración por mantenerse vigente y activo a pesar de las adversidades de la industria —merito de su gerente y el esfuerzo y compromiso del equipo-. Todo esto más allá de estar o no de acuerdo con posturas editoriales en estos 30 años de periodismo y opinión —lo que demuestra pluralidad—. La Crónica se ha sabido mantener como un medio de comunicación responsable y ha cumplido la tarea periódica de informar a los quindianos —aquí y allá—. Como dicen en el mencionado video: “Solo después de caminar calles, veredas, municipios enteros, alimentando nuestros sentidos con las preocupaciones, dudas y alegrías de los quindianos, hemos escrito cada palabra que luego ha sido impresa.”
Felicitaciones a la Junta Directiva del diario, a su gerente Sandra Macías y a Ernesto Acero, un magnífico director que deja impronta de calidad, creatividad y humanidad —con él a los directores que han aportado a esta historia— a todo el equipo periodístico, de diagramación, comercial, administrativo y de distribución. ¡Que sean muchos años más gastando las suelas de los zapatos!.
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