Descargue Carmesí

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Carmesí es un libro ilustrado de Microcuentos, disponible bajo licencia Creative Commons 4.0 (CC,BY) escrito por Jorge Urrea. Siéntase libre de Descargarlo y compartirlo

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sábado, 9 de mayo de 2020

Al Aire

La radio es un medio mágico que estuvo un tiempo en formol para las generaciones jóvenes, pero que actualmente ha recuperado audiencia en esas franjas y sostiene una muy importante cantidad de oyentes adultos contemporáneos. El experto en radio Tito López ponía esta semana en perspectiva el impacto del rating de la radio en el mundo; la convencional con casi 3 mil millones de personas y la digital con 341 millones suscriptores. Lo que demuestra que el modelo de difusión por ondas hertzianas está ‘vivo y coleando’.

Dos nuevas frecuencias de radio comunitaria han sido viabilizadas por le Ministerio Tic para el departamento del Quindío. Una en Buenavista a cargo de la Fundación Manuartes y otra en Córdoba de la Asociación Red de Comunicación de Calarcá. 

Según el MinTIC “Se ofertaron 582 canales para igual número de posibles emisoras en 577 municipios. Frente a dicha oferta, se recibieron 706 propuestas para 317 de estos municipios. Según el informe final, 187 iniciativas en 185 municipios del país serán viabilizadas con el otorgamiento de la licencia de concesión” es decir que, como es usual, la participación del departamento en la torta nacional es muy pequeña, 2 emisoras de 187 en el país.

Las alternativas radiales en el Quindío son pocas y similares en términos de oferta de contenidos, géneros y formatos radiofónicos; por eso, estas dos nuevas emisoras podrían significar un bálsamo para la audiencia de los municipios favorecidos y los aledaños que logren captar la señal. Eso, si las propuestas de programación de los adjudicatarios se ciñen a los lineamientos del tipo de licencia asignada: Radio Comunitaria. 

El valor de la radio comunitaria radica en que es medio de expresión de la gente del común, que narra, informa y entretiene desde la proximidad, cuenta los acontecimientos de la esquina y hace visibles a los personajes que a diario se saludan en la calle; esas formas narrativas incluyen ser difusores de la música local y de los géneros no cubiertos. 

La radio comunitaria, por antonomasia, no es comercial, es decir que no debería ceñirse a las lógicas del mercado de oferta y demanda, sus recursos provienen de la comunidad que la crea y la sostiene, y en esa medida, la programación debería -en ley y teoría- estar alejada de la dinámica de la radio que ofrecen las grandes cadenas; digo en teoría porque no es del todo así. En el Quindío, sin contar las dos nuevas frecuencias, hay 10 emisoras comunitarias y muchas de ellas tienen un dueño, suenan la misma música de las comerciales, tienen los mismos noticieros de las comerciales, venden publicidad y cobran por los espacios para montar programas, de esa forma incumplen con la esencia para la que fueron creadas.

La radio es un medio excepcional para llegar a comunidades rurales, no es exigente, puede escucharse mientras se hacen otras labores, llega fácil a los oyentes y no requiere de equipos complejos de recepción, por eso, en épocas de crisis es bienvenida la asignación de frecuencias después de más de una década de no abrir nuevas emisoras.

Nos vemos en la red (0) 

Pescando Incautos

La dinámica de la comunicación es compleja y específica, al contrario de lo que algunos piensan, no suele funcionar como una plantilla prediseñada que se aplica a cualquier situación, -tipo, comunicación de manual: Coquito Informa-. 

Desde la perspectiva de la comunicación política, por ejemplo, pasa a menudo que los equipos de campaña asumen roles en los departamentos de comunicación de los gobiernos sin comprender el salto -abismal- que representa pasar de la comunicación electoral a la comunicación gubernamental o de riesgo.

En días de incertidumbre, como los que vivimos, el ejercicio comunicativo es fundamental para la circulación de información útil e incluso vital para los gobernados; por lo que resulta insulso e irrespetuoso centrar la comunicación en acciones individualistas de corte ‘marquetinero’ donde los gobernantes, y entiéndase como gobernantes no solo a los elegidos por el pueblo sino, también, a los colaboradores que estos nombran; se convierten en el centro de atención, demostrando ‘gestión’ y sacando pecho con las acciones realizadas, que no son más que el cumplimiento de su deber como funcionarios.

Aunque la constitución del 91, en su articulo 20, concedió carta blanca a toda persona para expresarse libremente y eso se confundió con una tarjeta profesional de periodista, comunicador y experto en esas áreas. Debería haber criterio suficiente por parte de las autoridades para la elección de sus asesores y estrategas, o control a los entusiastas con iniciativas porque, flaco favor les hacen quienes, de oficio, implementan “campañas de respaldo”, como dirían las abuelas, “a la bulla de los tarros”.

Circula por grupos de whatsapp y algunas redes sociales una campaña de apoyo a favor de funcionarios del sector cultural. ¿estarán enterados los aludidos, los equipos de comunicaciones y los gobernantes? 

Una campaña con tufillo de estrategia en la que aparecen un puñado de artistas repitiendo un guion que transcribo literalmente: “Contenido del video Ejemplo 2 Soy Juan Diego Gaspar coordinador de la Red Teatro del Quindío – Esperar 3 segundos…….yo respaldo” -Que alguien les diga, por favor, que ¡Los puntos suspensivos son TRES!- 

Estas indicaciones enviadas a algunos artistas están, además, acompañadas de instrucciones técnicas de cómo grabar el video y cierran con el siguiente párrafo: “Usaremos el Hashtag #yorespaldo, para reforzar el trabajo de posicionamiento del video y la campaña a través de las redes sociales de todos”. ¿Yo respaldo que o a quien? Y ¿Por qué yo respaldo? Una etiqueta comodín que evidencia que los creadores de la campaña no tienen idea de lo que es la comunicación digital.

No cabe duda de que más que una iniciativa espontánea u orgánica, es una estrategia, que no responde a ninguna crisis palpable y que deja la inquietud de corresponder a dos adagios populares, están: “Amarrando Perros” y dando “explicaciones no pedidas” luego “implicación manifiesta”.

La estructura de la pieza audiovisual es, cuando menos, curiosa. Los artistas sueltan su voz de a apoyo al aire sin hilar argumentos ni demanda alguna, simplemente recitan el guion que está amarrado a una introducción con voz en offque bien podría decir cualquier cosa; tanto como firmar una hoja en blanco. Consultando las páginas de Facebook de algunos de los más serios artistas que manifiestan su respaldo, no encontré que compartirán el video, -por algo será-. En mi criterio, los organizadores de la iniciativa están pescando incautos.

Nos Vemos en la Red (0)

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