Descargue Carmesí

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Carmesí es un libro ilustrado de Microcuentos, disponible bajo licencia Creative Commons 4.0 (CC,BY) escrito por Jorge Urrea. Siéntase libre de Descargarlo y compartirlo

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jueves, 27 de agosto de 2020

El arte es como el agua

¡La cultura en Quindío va de maravilla! Esta semana se anunció que se entregarían los ‘incentivos’ a los 714 artistas beneficiados con el dinero que proviene de los recursos del Iva a telefonía móvil. Un pequeño paso para el sector cultural, pero un gran paso para la secretaría de Cultura departamental —que bajó bandera—, además Corpocultura abrió convocatoria de concertación con ‘jugosos’ premios.

“¿No ven?, ya soy decente: me fue fácil. Que el público se agrupe y que me aclame.” Dice Silvio Rodríguez en su satírica canción después de haber sido increpado por cantar “cosas indecentes”.

Mientras tanto, en la otra dimensión, el arte líquido —para invocar a Bauman meramente desde la idea de flexibilidad— se adapta a lo que hay. Conforme se escuchan lloriqueos burocráticos, los artistas buscan alternativas para no frenar sus procesos creativos, formativos y de circulación o exhibición. 

Como el agua que se ajusta a su recipiente, los festivales y obras se acomodan a las nuevas formas de hacer cultura. 

El 11 de agosto se conocieron los niños ganadores del Festival Nacional de Música Andina Colombiana Turpial Cafetero, después de un proceso mediado por las Tic, donde participantes de todo el país enviaron sus interpretaciones que fueron exhibidas a través de Youtube.  Proceso similar se vive con el Danza Fest, evento de la fundación Danzar, donde parejas nacionales e internacionales, entre el 22 y el 29 de agosto, presentan sus coreografías, además de seminarios a través de las plataformas digitales. 

Arte impulsado en el Quindío, que no se detiene a pesar de las dificultades financieras y que trasciende a las presentaciones de fogueo de los primeros días de pandemia, para convocar a artistas y espectadores a seguir la dinámica cultural.

Hay más. Han estado presentando funciones de danza y teatro, La Loca Compañía, igual que el grupo Teatro Azul y Fundanza con transmisiones en plataformas digitales. Se prepara la décimo novena versión del festival Cuyabrito de Oro, que por primera vez saldrá del escenario para reunirse en pantalla entre el 20 de septiembre y el 4 de octubre y afina detalles el Festival Cine en las Montañas para salir al aire en una versión online entre el 7 y el 14 de septiembre bajo la premisa biodiversidad y territorio.

Tres preguntas quedan de esta corta reflexión. ¿Estamos preparados técnica, conceptual y narrativamente para hacer eventos digitales con un mínimo nivel estético? Un común denominador en las promociones de los eventos es el logo del ministerio de Cultura. ¿Se podrían haber hecho sin los recursos de concertación y estímulos nacionales? Finalmente, ¿cuál ha sido el aporte del departamento en los eventos que usan su logo? Hasta donde sabemos no han ejecutado recursos. O es que se acomodan —como el agua— o no nos han contado toda la historia. 

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lunes, 24 de agosto de 2020

Encapsular el tiempo

Cuando la magia se hizo, por cuenta de la física y la química, debían pasar horas antes de poderse ver el resultado: Una vista por la ventana, la imagen de un personaje, un bodegón. Este fue un proceso que pasó de ser un ritual complejo a convertirse en uno; casi, casi, insulso. 

Ayer 19 de agosto se conmemoró el día internacional de la Fotografía. En esa fecha, Louis Daguerre presentó al mundo el daguerrotipo y de manera oficial nació esta bella forma de expresión que, ahora, está al alcance de casi todo el mundo.

Al principio, capturar la imagen fue un proceso que implicó conocimientos propios de las ciencias puras, además de los estéticos. Con el paso del tiempo, el dispositivo ha dejado de ser un mecanismo complejo para convertirse en una interface transparente, en el sentido de no evidenciar su funcionamiento, sino de la obtención misma del resultado: una imagen.

Lo anterior ha devenido en una suerte de saturación visual que hastía y banaliza la imagen. Ahora no se necesita ni ciencia ni estética. La cámara es sinónimo de teléfono móvil, de inmediatez, de ¿improvisación?, de muchas fotos de cualquier cosa —un poco o mucho— en contravía de lo que afirmaba Hanssel Adams: “Una fotografía no es un accidente, es un concepto”, pero claro, el maestro estaba en otro contexto.

La condición evocativa de la fotografía se hace más poderosa con el paso de los años, es decir, con el añejamiento del motivo fotográfico. Al volver a una imagen el carrete se devuelve y se pone en perspectiva la cápsula del tiempo: los olores, los colores, la textura. Cuando nos enfrentamos a una imagen de hace unos años, no es, simplemente, su capacidad icónica la que nos confronta, sino lo que está fuera del cuadro. Por eso, tras la facilidad de apuntar y disparar —que no es del todo reprochable— sería conveniente revisar y depurar, con la conciencia de imaginar con qué nos queremos encontrar dentro de —por decir algo— cinco años, cuando estemos revisando los archivos. Allí valdría la frase de Elliott Erwitt cuando se refiere a la fotografía: “Se trata de encontrar algo interesante en un lugar ordinario. Me he dado cuenta de que tiene poco que ver con las cosas que ves y mucho con cómo las ves”.

Entonces, los verdaderos fotógrafos podrán decir: se están mezclando peras con manzanas —tener un celular con cámara no hace a nadie fotógrafo— a lo que debo responder, cocinar no nos hace chefs, pero nos metemos a la cocina; ni elegir la ropa asesores de imagen, y a diario seleccionamos nuestro vestuario. Así que, entrados en gastos hagámoslo bien.

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sábado, 15 de agosto de 2020

Julio Sánchez sin filtros

Un filtro es algo que está interpuesto entre dos partes y que cambia, dependiendo de la densidad, las características del contenido dejando pasar solo una selecta parte de este.

 

En nuestro país hay una inmensa cantidad de filtros ideológicos que únicamente dejan pasar lo que el individuo cree desde sus prejuicios o bagaje. Conforme avanza el tiempo, entre más ha trabajado el filtro más denso se vuelve y menos opción de deje fluir ideas contrarias. El choque entre el tamizaje de dos filtros es lo que llamamos polarización.

 

Este fin de semana se conocieron unas transcripciones de conversaciones entre el periodista Julio Sánchez Cristo con el abogado Diego Cadena. El también periodista Gonzalo Guillén las sacó a relucir como una “gran revelación” anunciando que Sánchez Cristo trabaja para el abogado Cadena y su ex cliente el Senador Álvaro Uribe Vélez (AUV).

 

El filtro de Guillén es profundamente denso, raya con el fanatismo y el odio, e impide tomar distancia para presentar los hechos con meridiana objetividad. Sus ‘hallazgos,’ fruto de un ejercicio o relación periodista/fuente —alguien le debió entregar esas transcripciones—, son presentados de manera tendenciosa haciendo énfasis solo en unas partes de lo que exponen las grabaciones ordenadas por la corte.

 

“Es que le estoy diciendo aquí a Julio Sánchez, que el es mi amigo pero no me llama a preguntarme sobre acusaciones de bandidos…”  Dice un aparte de la transcripción de la conversación de AUV. ¿Qué prueba eso? Pues en mi saber y entender, lo que demuestra es que el periodista Julio Sánchez no interpone su amistad al criterio periodístico para el tratamiento de la información. Si eso lo dice un personaje con el poder y capacidad de influencia del ex presidente, creo que habla más bien que mal de Sánchez Cristo.

 

Otra comunicación, con ínfulas de gran noticia, es entre Diego Cadena y Julio; allí el abogado le dice que las cosas salieron bien en una entrevista y que “el hombre expuso todo, explicó. Félix le estaba dando ahí un poquito de garrote, pero, pues bien, su trabajo.” De nuevo una conversación a favor del director de la W, porque demuestra que hay variedad de puntos de vista en las entrevistas y que no se interfiere en los miembros del equipo para la realización de su trabajo. Son claras las posiciones ideológicas de Félix y Yamit Palacio versus las de María Isabel Rueda y Alberto Casas, constantemente se les escucha al aire a unos y otros plantear sus opiniones libre y profesionalmente. 

 

Ayer en su programa de la mañana, Julio Sánchez fue requerido por un entrevistado que le pidió explicaciones sobre el hecho, a lo que el experimentado periodista respondió planteando la importancia de cultivar y cuidar las fuentes “la fuente es sagrada” dijo. —Eso lo debe saber y aplicar Guillen que ha ser muy amigo de sus fuentes en la corte y en la selva—. 

 

Julio también manifestó que ha apoyado abiertamente a críticos del expresidente Uribe —como a Daniel Coronell y Daniel Samper,lo que se contradice con versiones de que es un periodista fletado por el Uribismo —uno no aúpa a los contradictores de sus clientes—. También se refirió a la afirmación de que le gusta hablar con bandidos "Sí, hablo con ellos, por que con los bandidos es que uno conoce otros puntos de vista de la noticia". Finalmente recibió el apoyo de su equipo de trabajo quienes manifestaron que ejercían su labor libremente.

 

Julio Sánchez Cristo ha sido uno de los periodistas más respetados del país y se ha ganado un espacio en el mundo por su revolucionaria forma de ver la información radial de la mañana. Por las cadenas y emisoras por donde ha pasado ha generado altos niveles de audiencia y ha logrado tener en sus micrófonos a personajes de toda índole: política, del negocio del entretenimiento y de la ciencia entre otros. Ha sido crítico de muchos temas nacionales y ha apoyado causas benéficas. No es perfecto, tiene fama de malgeniado y vano, pero, ¿quien puede negar su gran talento y capacidad periodística y mediática? De mi parte, admiración y respeto.

 

Lo mejor es usar gafas con doble filtro.

 

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Convocatoria ‘Espinosa’

En el año 2015, justo después de perder las elecciones y un par de meses antes de entregar el gobierno, la hoy destituida e inhabilitada, Sandra Paola Hurtado, gestionó un paquete de ordenanzas en la asamblea de Quindío que pretendían hacer una transferencia de recursos manejados por el departamento a los municipios —donde sí había ganado—. El espíritu era claro, no perder el control del dinero y la burocracia en donde podía manejar la plata y donde no, ‘frenar’ al padre Carlos Eduardo Osorio Buriticá.

La historia de las ordenanzas es conocida, fueron demandadas y el departamento ganó, impidiendo así que los dineros pasaran directamente a ser manejados por los alcaldes. Pero 2 de ellas quedaron intactas porque, por encima del control presupuestal, pesó honrar la promesa del bien común. 

La reglamentación del uso de los recursos de la estampilla procultura del departamento para invertirlo en las convocatorias de concertación y estímulos, ha sido un querer del sector cultural desde hace varios años. En el seno del consejo departamental de cultura se discutieron y plantearon propuestas para que, de una manera equitativa, se dispusieran los recursos recaudados por cuenta de la mencionada estampilla a apoyar proyectos de arte y cultura que debían ser presentados en una convocatoria pública.

Antes del 25 de octubre de 2015, el texto de las ordenanzas era uno; el que llegó en noviembre a la asamblea estaba cargado de maña, dicen que la propia candidata perdedora Sandra Gómez supervisó su redacción y determinó con lujo de talles: fechas de apertura, conformación de un comité que aprobara los términos y supervisara el proceso —nombrado por los alcaldes, que curioso— y destinó la totalidad del dinero del recaudo de estampilla a las bolsas concursables. Un dinero que fue manejado de manera discrecional durante cuatro años por los salientes, y que, en un abrir y cerrar de ojos quedó condicionado solo para ser entregado mediante convocatoria y solo a quienes cumplan los requisitos de la ordenanza.

Durante el gobierno de Sandra Paola Hurtado una cantidad importante de plata de la cultura, y posiblemente de la estampilla, transitó por el Fondo Mixto de la Cultura y las Artes del Quindío. Bajo la gerencia, en ese entonces, de Jorge Iván Espinosa —muy de la casa Hurtado-Pareja— hoy secretario departamental de Cultura y a quien le correspondería hacer cumplir las ordenanzas aprobadas en 2015 y presentadas por sus padrinos políticos.

Transcurrida la mitad del año, no solo no se ha cumplido con las fechas de apertura de las convocatorias, mientras el sector pasa trabajos y reclama lo que le corresponde, sino que se anuncia una ‘espinosa’ ‘convocatoria exprés’ con el dinero de la estampilla procultura, es decir, pretenden pasar por la faja las ordenanzas, que sí aplicaban para el gobierno anterior, pero al parecer, para Jorge Iván, no.

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lunes, 10 de agosto de 2020

Chespirito

Tan pronto como salió la noticia del fallido acuerdo entre la familia de Roberto Gómez Bolaños con Televisa y la subsecuente decisión de sacar del aire unos programas que llevan 47 años entreteniendo, divirtiendo, poniendo a volar la imaginación. Vigentes en términos narrativos y estéticos. Apareció un grupo de extremistas —esos que pontifican los derechos y reclaman libertades, pero solo en una dirección— a celebrar porque, según la sensibilidad contemporánea, el programa es machista e “impone los clichés de las mafias televisivas” además porque, según ellos, Chespirito fue, —palabras más, palabras menos— un fascista encargado de distraer al mundo mientras los dictadores de América Latina hacían de las suyas.

Algunas de esas apreciaciones aparecen en un artículo —que no referenciaré, para no hacer promoción de semejante barbaridad— en donde afirman, entre otras, que Chespirito estaba en contra del aborto y era proclive a los gobiernos del momento. Crítica absurda, no porque sea más o menos reprochable la posición ideológica del artista, sino porque no procede valorar la obra por la posición política del creador. Algo comparable —produciendo el mismo nivel de indignación— con la descalificación a Gabo por ser cercano al régimen castrista cubano.  

Le reclaman a Roberto Gómez que, él y los personajes de sus programas se presentaron en países controlados por dictaduras. Lo que es apenas obvio por ser coetáneos los acontecimientos políticos con la maduración de la obra de Chespirito y el éxito arrollador de audiencia. 

Una de las funciones fue en el Estadio Nacional de Chile, lugar tristemente célebre por haber sido usado como campo de concentración en 1973. Cuatro años más tarde fue la función que le critican al humorista. Guardadas las proporciones simbólicas —y justificadas— del lugar; habría que pensar, entonces, que los amantes de la naturaleza no pueden volver a acampar en las montañas colombianas, porque sería una afrenta contra las víctimas de la guerrilla que vivieron el atroz crimen del secuestro, encarcelados en jaulas en medio de la selva. Ni hablar de las violaciones y reclutamiento de menores de los que han sido testigos esos lugares que para algunos son símbolo de aventura, aire puro y espaciamiento.

El universo de la CH creado por Roberto Gómez Bolaños es un espacio habitado por personajes maravillosos que representan las relaciones humanas, en el marco de la vecindad —que es el escenario de encuentro— los personajes son arquetípicos pero auténticos. Diferentes a los referentes de la comedia de situación internacional del momento; estos, muy mejicanos pueden ser muy latinoamericanos.

La narrativa, fácil, desde la perspectiva de chistes y frases reiterativas, generó apropiación y fidelidad de la audiencia. Un desborde de creatividad que se valió de recursos de producción y, sobre todo, de montaje, para ilustrar situaciones divertidas que al final dejan ver en medio de la marcada imperfección de los personajes —como seres humanos— la dimensión moral que dejan las historias.  

El Chavo, el Chapulín y las demás creaciones de Chespirito, no deberían depender de negociaciones o mezquindades, sino, estar al alcance de todos, esperemos que vuelvan pronto.

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domingo, 2 de agosto de 2020

Letra Muerta




Síntesis Conceptual

 

Camuflado entre letras y velos en lo evidente se esconde la miseria.  

 

La calavera es tan explicita como debería ser cuidarse, pero es ignorada a pesar de llevarla encima.

 

El desacato, la inconsciencia, la desobediencia presentan sus consecuencias de manera tan natural que parece bella.

 

Letra muerta es una serie de obras de fotografía dimensional que reflexiona la muerte que circunda la pandemia. 

 

Letra muerta es la que se escribe y no se cumple, como las reglas, es la calavera, sublime y obvia, inconfundible signo de la muerte y el peligro, tejida entre capas que la adornan, que le dan profundidad, es la muerte plasmada en vidrio frio, como ella, escrita con sinónimos, con eufemismos, con consecuencias, velada entre color y blanco y negro, dimensionada, fragmentada, difuminada.

 

La muerte, inexorable e irresponsablemente convocada.  

 

Esta serie se realizó con fotografía digital procesada en photoshop, impresa por capas, unas en vinilo transparente y otras sublimadas en velo y tela antifluido de la que hacen los tapabocas, también hay recorte de papel periódico.

 






Título:        Letra Muerta 1

Autor:         Jorge Urrea

Técnica:       Fotografía dimensional sublimada en velo y tela 

               Anti fluidos

Dimensiones:   34x34x3cm

Año:           2020


En la próxima entrada otra obra de la serie.

La vida en un día

El día 24 de julio de 2010 fue inmortalizado por el director Kevin McDonald y los productores Ridley Scott y Tony Scott, quienes con Youtube hicieron el proyecto documental colaborativo Life in a Day, una pieza disruptora —en el sentido de ser precursora de lo que hoy está sucediendo en términos de producción audiovisual—. Más de 80.000 clips de video que contenían más de 4.500 horas de grabación del todo el mundo, fueron recibidos, visualizados y seleccionados para editar una película de 90 minutos en la que se pudo apreciar lo que sucedió en el mundo aquel 24 de julio.

 

Diez años más tarde, se reúnen de nuevo los creadores para hacer una secuela, para la que convocaron a los habitantes del planeta a retratar, el día 25 de julio del año 2020, la vida que les rodea. Seguramente la cantidad de material que deberá visualizar McDonald será mucho mayor, debido a la resonancia de la primera versión y probablemente también contará con videos más ‘producidos’, considerando que miles de realizadores tienen acceso a equipos de mayor calidad técnica en estos tiempos. 

 

El merito de La vida en un día, radica en ser un documento, casi notarial, del transcurrir de la cotidianidad de manera simultánea. Desde historias personales hasta postales de la geografía mundial se vieron en la versión 2010 y con seguridad, en la continuación del proyecto, aparecerá reflejada la realidad de la pandemia desde múltiples puntos de vista y estéticas, lo que hará muy valioso el registro del momento      —desde la perspectiva histórica— y posiblemente más complejo el trabajo de selección y montaje. 

 

La fotografía y ahora el video/cine tienen valor documental porque permiten un cúmulo de información histórica y patrimonial sobre la relación: sujeto/objeto/entorno y pueden ser leídos e interpretados desde la antropología visual. Así, la película se convierte en datos etnográficos, que se reportan de un momento específico, de acuerdo con los elementos contenidos en la imagen: desde la forma de vestir, pasando por utensilios, hasta la geografía o estética. Permitiendo, en un futuro próximo o lejano, comprender el momento retratado y ponerlo en contexto.

 

La película, fruto de la combinación de las imágenes captadas el 25 de julio y enviadas antes del 6 de agosto, se proyectará en la versión 2021 en el festival Sundace.

 

Zapping: Duele la partida de Ramón Manrique de este mundo. Ramón fue agudo e inteligente crítico, conocedor de la historia del arte y creador talentoso y prolífico de la plástica y las letras. Los colores de sus obras perdurarán y mitigarán el dolor. Queda el testimonio de su última producción en la exposición: El Arte de Vivir con el Arte, donde plasmó, en una paleta más oscura, una visión escéptica de lo que pasaba con la pandemia y la corrupción gubernamental; también hizo un guiño a Modigliani y klimt entre otros. Un vacío grande deja en el MAQUI y en quienes tuvimos la oportunidad de compartir con él. Fuerza María Cristina.

 

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Audiovisual en tiempos de Covid-19

Desde la semana pasada y durante la presente, se lleva a cabo, por plataformas digitales, la versión 2020 del Bogotá Audiovisual Market (BAM), un espacio que desde hace 11 años convoca a creadores de contenido y exhibidores en la búsqueda de hacer visible la industria audiovisual colombiana.

 

En el evento se realizan ruedas de negocios y se establecen contactos que permiten ampliar el reconocimiento de los diferentes agentes del sector audiovisual, lo que termina en un completo directorio de profesionales y casas productoras que podrían, casi casi, cumplir con lo que se le ocurra a un creador en términos de producción de contenido. Adicional a esto, se realizan procesos formativos que permiten la actualización de conocimiento que proviene desde los protagonistas mismos de la industria. 

 

Como era de esperarse, parte de los temas expuestos tienen que ver con el futuro del sector en días de pandemia y pos pandemia. Cunde el pánico por el regreso a los sets y las complejidades de un trabajo, que es eminentemente grupal, en condiciones de distanciamiento social. La Covid-19 afecta la industria en las etapas de producción y exhibición; posiblemente lo que sí está fluyendo es el proceso creativo en la etapa de desarrollo.

 

El tema no ha sido tratado solo por la faceta académica del BAM, múltiples eventos como el Festival de la Imagen de Manizales o la página de Facebook especializada Cinelandia, entre otros, han reunido profesionales del sector para debatir sobre sus experiencias al juntarse de nuevo con los equipos de producción y talento.

 

Algunos ejercicios de rodaje alternativo como la serie de RCN tv Confinados o la película de Harold Trompetero El Baño, han sido grabados de manera individual por los mismos actores con equipos móviles, esto de alguna manera cambia los modelos productivos y las formas narrativas, y sirve de laboratorio para nuevos esquemas de producción audiovisual colaborativa; sin embargo, el tema de volver a rodar con el equipo congregado representa otro reto.

 

Para regresar al set, los productores deben procurar realizar la etapa de preproducción, fundamentalmente, en la modalidad de teletrabajo, sólo con las salidas indispensables; conformar equipos de producción sustancialmente más reducidos de lo habitual y, como en el futbol, tener una ‘banca’ que pueda cubrir posibles ausencias por enfermedad en cualquiera de los roles; además, acatar el protocolo, establecido por el Gobierno en el trabajo conjunto de varias agremiaciones de la industria. Esto, en términos de costos y rendimiento, se calcula que puede encarecer las producciones en un 20 a 30 porciento e incrementar los tiempos de rodaje en un porcentaje similar. 

 

Los guionistas, ahora, deben escribir historias si abrazos, sin besos y ni hablar de otro tipo de escenas. El diario el País reseño esta semana: “Escenas de amor con maniquíes: la nueva normalidad en los rodajes de Estados Unidos”, al contrario, en Colombia, según la revista Semana, “Los canales Caracol y RCN pararon un total de 38 producciones y se estima que hasta que se desarrolle una vacuna no se reiniciarán los rodajes de nuevos programas.” Mientras tanto, en el eje cafetero el Canal Telecafé acaba de asignar la producción de 10 realizaciones, 5 de documental y 4 ficción que deberán ser entregadas antes del 31 de diciembre del 2020, al igual que otras producciones dentro de las que se encuentra un reality show, —formato cuya premisa narrativa está establecida por la interacción humana, ya sea en talento, pruebas físicas o convivencia—. 

 

Lo más probable es que estos equipos de producción se encuentren en el campo y en el set entre los meses de agosto y octubre en pleno pico de la pandemia. 

 

¿Están dadas las condiciones? 

 

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