Descargue Carmesí

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Carmesí es un libro ilustrado de Microcuentos, disponible bajo licencia Creative Commons 4.0 (CC,BY) escrito por Jorge Urrea. Siéntase libre de Descargarlo y compartirlo

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jueves, 23 de julio de 2020

El cuarto poder

El recule de la designada alcaldesa de Armenia, ante la medida de restricción de la movilidad en los vehículos particulares, es un claro ejemplo del poder que tienen los medios de comunicación. En un sentido amplio de lo designado en 1787 por Edmund Burke, diputado en la cámara de los comunes, cuando en un discurso se refirió a la tribuna que ocupaba la prensa como el cuarto poder. 

 

La semana anterior, apenas a unas cuantas horas su posesión, la señora alcaldesa —poder ejecutivo— decidió que daría cumplimiento a una medida que, si bien había sido planteada con anterioridad, es potestativa y no se había publicitado extensamente. ¿Cuál sería la motivación principal para ‘tirarse como topo’ a firmar ese decreto?, ¿Dónde están sus asesores?

 

Si la idea de la mandataria era darse a conocer, con certeza alcanzó su objetivo. Bastó con ‘dos dedos de frente’ y una chispa que pusiera a circular la información para que los argumentos brotaran como manantial, evidenciando la contradicción y arbitrariedad de la medida. El malestar se hizo viral, allí con el internet como dispositivo comunicacional, el poder lo asumió la opinión pública que se manifestó ampliamente ejerciendo presión, consciente, coherente y justificada sobre la alcaldesa y los diferentes órganos administrativos, algunos de los cuales, incluso, manifestaron intención de terciar en la aplicación de la medida. 

 

La estampida de opiniones impuso el tema mediático, en una versión inversa de la teoría de      McCombs de la agenda setting. Así, los medios fueron influidos por la opinión pública y multiplicaron la información que a esta le importaba por considerar que lesionaba sus intereses directos. En otras palabras, difundieron la noticia.

 

McCombs también decía que los medios tenían como función: la vigilancia del entorno, generar consenso entre sectores de la sociedad y la transmisión de cultura, justamente eso fue lo que sucedió con el fenómeno comunicacional con motivo del —ya celebre— decreto. Los ciudadanos se encontraron en las redes para ejercer la vigilancia del entorno y entraron en consenso sobre lo que no les parecía pertinente, lo que no hubo fue mucha cultura en la forma de expresarlo —aunque el investigador no se refería a ese tipo de cultura—.

 

El resultado es ya conocido, la presión hizo cambiar la medida, pero el desgaste de imagen no es fácil de recuperar, aunque hay gurús de la publicidad que dicen que no importa la mala prensa, lo importante es que hablen. Yo no comparto esa teoría y menos si estoy de paso, hay otras formas de darse a conocer.

 

Zapping: A propósito de la agenda setting. El 20 de julio, el presidente saliente del congreso lanzó la propuesta de hacer una Colombia federada. Una iniciativa con poca viabilidad de aplicación pero con efecto mediático. Lidio García logró poner en el radar de los principales medios de comunicación el tema y alcanzó a ser tendencia en redes sociales. De eso se trata la comunicación.

 

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sábado, 18 de julio de 2020

Larga vida al Rock and Roll

Nací en diciembre del 75, crecí escuchando las canciones de Sandro de América, Leo Dan y otros músicos insignes de eso que, especialmente en Latinoamérica, se conoce como la nueva ola; una corriente musical que, entre otras, tradujo canciones emblemáticas del rock americano y algo del europeo como ‑por mencionar solo una‑ Delilah de Tom Jones versionada por Sandro como Dalila, ‑Ambas me gustan‑. Con mucha frecuencia recurro a las tonadas setenteras que me trasladan a mis primeros años de infancia y me hacen pensar en mis padres y en lo mucho que agradezco su gusto musical.  

 

A mitad de los 80, entrada mi adolescencia, gracias a mi tío y él ‑a la vez creo yo— gracias a su hermano, me encontré con la qué sería mi banda sonora eterna: El heavy metal, atraído por los potentes y profundos riffs, los estridentes solos de guitarra, los poderosos golpes de batería y los agudos de las voces, me casé, hasta que la muerte nos separe, con: Kraken,Helloween, Ángeles del Infierno,Iron Maiden,Rata Blanca, Ozzy Osbourne,Obus,Dio,Baron Rojo,Rolling Stones, Judas Priest y una larga lista que va y viene del Rock and Roll puro pasando por el heavy hasta mi preferido el Power Metal.

 

De los años de colegio y el rock local, recuerdo visitar los ensayos de Lluvia Negra y Detonador en los barrios profesionales y providencia. En las voces del Cura y Poloncho se escuchaban covers de Metallica y Ángeles del Infierno pero también canciones originales.

 

Fui testigo de lo complejo que era hacer música con pocos recursos, incluso fabricando toms (tambores)con radiografías y platillos con latas remachadas. En esa época muchas bandas ensayábamos con los mismos instrumentos que trasteábamos de un lado para otro, cómo no reconocer al talentoso guitarrista Heider Marín, su complicidad y camaradería al prestárnoslos. Con ilusión de púber, toqué la batería —torpemente— y canté —desafinado— en una banda que llamamos Zigma, ensayábamos —de cuando en vez— con Darath. Ellos sí honran hoy nuestros sueños. 

 

Ayer se celebró el día mundial del Rock, se declaró así por haber sido la fecha del mítico concierto Live Aid, que recientemente se puso de moda por la película Bohemian Rhapsody y que coincidió con esa época que marcó musicalmente mi estética y estado de ánimo. 

 

Esta no es una columna de opinión, es tan solo una declaración para gritar, con la profundidad y textura de la voz de Sherpa: Larga vida al rock and roll porque es el idioma mejor.

Una cosa es una cosa

He sido —y así continuará siendo— defensor de los derechos de autor libres, de la neutralidad de la red y de la gratuidad de contenidos. Yo mismo, por convicción, los he creado bajo licencia creative commons. Soy asiduo visitante de portales que ofrecen toda suerte de imágenes, textos, información y formación gratuita en la red, usuario y admirador de sci hub, el portal que nos pone al alcance artículos académicos de pago con tan solo un clic. Pero una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa.

 

La primera cosa de la que hablo, pone a disposición de los usuarios contenidos que no necesariamente representan el sustento de los creadores, sino, más bien se convierten en motores de promoción, de expresión, de difusión de sus intereses y procesos creativos. En cuanto a sci-hub es un debate largo que ya se ha dado en otros escenarios, donde se pone en una balanza la libre ‑y necesaria— difusión del conocimiento frente a los intereses económicos de verdaderas industrias de la ciencia que los quieren monopolizar. Los académicos producen —con mil y una trabas— con el objetivo de aportar a la acumulación de conocimiento y su interés es que sus resultados se difundan, no que se cobre para que otros académicos puedan acceder a ellos. 

 

La otra cosa, hace referencia a la necesidad de reconocer el trabajo de profesionales que derivan su sustento de su oficio, también a las estructuras organizativas que disponen lo necesario para la operación y producción de los productos de las industrias culturales. Caso específico, los medios de comunicación y en particular los informativos. 

 

El auge de los micromedios, entendidos estos como las aplicaciones de audio, video y texto de acceso libre, que se ‘rellenan’ con cualquier tipo de información: chismes, opiniones o inquinas presentados como noticia, genera desconcierto en los receptores —usuarios— quienes fácilmente confunden información de valor y profesionalmente realizada, con contenidos insulsos propios de la posverdad; producidos, en muchas ocasiones, por cuídanos sin conocimiento, formación, criterio y contexto sociocultural. Lo hacen sólo con la cédula y el articulo 20 de la constitución política.

 

No es raro encontrar por la calle ‘periodistas’ de celular, persiguiendo políticos y funcionarios para sacarles una declaración y “aprovechando que lo veo, pasarle una propuesta” o “por qué me tiene tan olvidado” para después compartir en grupos de WhatsApp o páginas de Facebook el contenido; finalizando así, generalmente sin edición, el ciclo productivo informativo del micromedio unipersonal. 

 

Esto en contraposición a empresas periodísticas establecidas que contratan profesionales formados o experimentados y probados; medios que necesitan y cuentan con infraestructura para cumplir con su deber comunicativo y que realizan su trabajo de comercialización de una manera ética. Así, el resultado son noticias, reportajes, crónicas, contenidos de calidad, que merecen y requieren que los apoyemos suscribiéndonos, pautando, pagando por lo que vale un trabajo informativo profesional.

 

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jueves, 9 de julio de 2020

La buena fe

Asaltada, ultrajada, vilipendiada permanece la buena fe.

 

En 1987 el gran director y guionista santandereano Mario Ribero llevó a la pantalla de los cines colombianos una película que se convertiría en una suerte de metonimia para denominar a los embusteros: El embajador de la india, ícono del cine nacional que puso en escena la historia real de un engaño en Neiva por parte del seminarista Jaime Ortiz, quien, en medio de una confusión, aprovechó y se hizo pasar por embajador del país asiático, así logró vivir a sus anchas durante unos cuantos días antes de ser descubierto.

 

Esta semana se conoce el caso de otro engaño vergonzoso en el país, Andrés Gutiérrez logró burlarse de las autoridades colombianas en todas las instancias, posó en fotos con importantes dirigentes y participó de reuniones de ‘alta alcurnia’, bastó con su palabra y cartas con logotipos de la UNO para que nadie se preguntara si ese joven de labia fácil decía la verdad o no. Así es la buena fe.

 

Al mejor estilo narrativo de meme de redes sociales podríamos preguntarnos: ¿Y en el Quindío como andamos de buena fe? Somos tan creyentes que elección tras elección damos crédito a los pergaminos y promesas de los candidatos, olvidando sus antecedentes y amigos, cediendo a campañas mediáticas que se caen de su peso en tan solo unos meses, comprando humo y después lamentado el hecho. Una cosa es la buena fe y otra la torpeza.

 

Zapping: A propósito de la ‘campaña’ yo apoyo que fue denominada como un cheque en blanco a favor del secretario de cultura; en algunos artistas se notó el malestar porque esté fue cobrado usando el video, al parecer, en una reunión con el Gobernador como una señal incondicional de los artistas al mencionado funcionario. Una cuestión espinosa, por lo visto todos, no son todos; así se puede apreciar en afirmaciones como esta: “Que paso con el YO APOYO. Acaso fui parte de una campaña para alguien quede bien y yo sigo acá esperando la gestión del gobierno deptal?”. 

 

Al secretario se le ha escuchado en diferentes escenarios, como por ejemplo la Asamblea Departamental, hablar de la gestión de proyectos a nivel nacional e internacional que no podrían ser de menos de 2 mil millones de pesos, sin embargo, no se conoce resultado alguno más allá de la convocatoria para recibir donaciones para los artistas y cultures, que no fue bien recibida por parte del sector al considerarla inferior a las responsabilidades de la cartera; esto llevó al secretario de cultura a declinar la iniciativa. También se le escucha frecuentemente al señor Espinosa, amplificado por sus asesores externos de cabecera, presentar las decisiones del Min Cultura como fruto de su gestión, es decir que el secretario es el embajador de la cultura. —Por aquello de que representa la gestión del ministerio en el Quindío— Por ahora, se presume la buena fe.

 

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sábado, 4 de julio de 2020

El despertar del cine quindiano

Con mucha ilusión se aprecia cómo brillan producciones audiovisuales cinematográficas quindianas en diferentes escenarios nacionales e internacionales. Se nota un movimiento activo de realizadores, que proponen desde diferentes ángulos historias locales pero no parroquiales, que reflexionan el territorio, los sucesos, la cultura y realidad regional con altos niveles narrativos y estéticos.

La semana pasada nos enteramos de que dos producciones con ADN quindiano entraron en la selección de un festival internacional de cortos, el Best of Latin America Short Film Festival 2020, una convocatoria realizada por el canal tvcortos quienes anuncian que están haciendo una selección de las mejores películas de cortometraje en America Latina y prometen exhibir las ganadoras en Los Ángeles —meca del cine— en el mes de julio, todo esto con el objetivo de mover las historias latinas en el mercado internacional y a manera de rueda de negocios conectar a los diferentes eslabones del proceso cinematográfico.




Los abusadores —2011—, un cortometraje de José Eugenio Montoya, que está basado en el cuento homónimo de su padre Orlando Montoya, plantea la temática del abuso desde una perspectiva de doble vía, esta producción, que contó con el apoyo de Teatro Azul, será la cuota de ficción quindiana en el festival. José Eugenio, quien también ha ganado estímulos regionales en el área de cinematografía, se encuentra planeando un nuevo corto y acaba de terminar una pieza audiovisual experimental profundamente reflexiva que pronto verá la luz.

En cuanto a documental, fue seleccionada la obra La voz de la montaña, de Alejandra Cardona, una quindiana que se fue a estudiar a Suiza en el año 2007 y ha hecho una importante carrera en la actuación a la par que ha dirigido y producido cortos, en su palmarés se encuentran varios festivales y convocatorias audiovisuales en Europa.

A esto hay que sumar el reporte entregado por el director Andrés Roa en su página de Facebook “1 año, 3 films, 6 países, 14 festivales, 32 official selections, 17 premios. El resumen de un año trabajando con amor”. De Andrés se sabe que se encuentra en la preparación de un largometraje —que ya son palabras mayores—y que ha convocado públicamente a los profesionales del sector audiovisual quindiano para que se sumen a su nuevo proyecto.

Otro síntoma del buen momento del cine regional es la participación activa de los realizadores en la selección, de esta categoría, del Festival Internacional de Cine en las Montañas, que se llevará a cabo del 7 al 13 de septiembre. Se eligieron 12 cortos en una participación que, según Juan Francisco Bautista, el director del festival, fue nutrida y de alto nivel.

Seguro hay más realizadores con trabajos en proceso, los invito a que me compartan sus obras y experiencias para, si es el caso, visibilizarlas y entre todos hacer del cine quindiano una realidad sinérgica.

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