Descargue Carmesí

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Carmesí es un libro ilustrado de Microcuentos, disponible bajo licencia Creative Commons 4.0 (CC,BY) escrito por Jorge Urrea. Siéntase libre de Descargarlo y compartirlo

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viernes, 6 de marzo de 2020

Somos el pago

Suele decirse en el cibermundo que, si no pagamos por los servicios que consumimos en la red, nosotros mismos somos el pago. Esto queda estipulado en los contratos físicos o virtuales que constantemente formalizamos, la mayoría de las veces de manera inadvertida, con los prestadores de servicios, las plataformas digitales o incluso en las bases de datos de las entidades públicas.

Está de moda escuchar o leer: “su información será tratada conforme a la normatividad legal vigente” ¿pero somos los ciudadanos conscientes de lo que eso significa?, “al dar clic aceptará los términos y condiciones” ¿nos molestamos en leer esos términos? Lo más probable es que por el afán de salir de la tarea y de conseguir el acceso de manera rápida a lo que buscamos no nos detengamos a reflexionar sobre las consecuencias de esa pequeña acción. 

“Cada aplicación es examinada detenidamente antes de instalarla, me convertí en el papá que lee los términos de privacidad y dice: — no, ahí dice que leen tus mensaje”. Es la declaración de David Carroll, padre de dos menores de edad, profesor universitario y uno de los protagonistas de Nada es Privado, el documental de Netflix que puso al descubierto la manera como Cambridge Analyticausó las bases de datos de Facebook para aplicar un test que les permitió identificar a los votantes más influenciables y así bombardearlos con los mensajes que definirían las elecciones del 2016 en Estados Unidos. 

Es difícil no andar por la vida compartiendo información básica: nombre, identificación, correo electrónico, etc. El manejo de este tipo de datos, en Colombia, está regulado desde el 2012 por la ley 1581 y bajo la lupa de la Súper Intendencia de Industria y Comercio, quienes hace apenas unos días requirieron a Facebook para que en menos de 4 meses mejorara la protección de los datos de 31 millones de colombianos usuarios de la red, pero más allá de lo que haga la compañía ¿qué responsabilidad nos cabe a los cibernautas? ¿por qué estar respondiendo encuestas que piden datos sensibles y ponen en evidencia nuestros más íntimos detalles? ¿Por qué abrir la puerta a aplicaciones que maliciosamente roban nuestros datos directamente de los dispositivos digitales?; los especialistas en mercadeo y sicología lo tienen claro, porque somos curiosos, antojados, snobistas y un largo etcétera que nos hace vulnerables. 

La idea no es caer en paranoia y sentirse perseguido o violado todo el tiempo, no se trata de suspender el uso de dispositivos móviles o de irse a vivir aislado en la montaña, con tener consciencia de que cada clic tiene consecuencias seremos mas cautos con nuestras acciones digitales y sobre todo las de nuestros hijos, así pues, por ejemplo, no hay que caer en la tentación de saber cómo nos veremos más viejos, con rostro de mujer o la novedad del momento porque recuerden: Somos el pago. 

Zapping: Se hizo tendencia la nueva canción autobiográfica de Residente de Calle 13. Al momento de escribir esta columna tenía 46.043.210 visitas en youtube a tan solo unos días de su lanzamiento -lo que significa dinero contante y sonante- Yo, a pesar de la buena crítica que ha recibido, no me como el cuento de la vida dura y triste que nos quiere VENDER René, más bien me quedo con una frase de la canción que en realidad parece una confesión  “En la industria de la música todo es MENTIRA, mijo, tienes que comer así que sigo de gira”
@jorgeurrea en tuiter

Literatura -Al Aire-

La Obra del escritor Orlando Montoya (1947 – 2008) es una evidencia, irreverente y descarnada, del Quindío en el que él existió y un testimonio de las vidas de sus amigos y allegados, así lo deja entender el trabajo de grado de la licenciada María Angélica Carmona dedicado al intelectual y artista calarqueño,titulado Volúmenes de una Vida, Un acercamiento a la obra de Orlando Montoya (2016).

En publicaciones como: Vidas ajenas (1992), La maravillosa gente común (1995) y De momento la vida (2007) Montoya retrató la sociedad quindiana, sin adornos y como lo expresa Carmona “ahondando en problemáticas de tipo social, político y económico, desde las esferas más humildes, a través de la palabra sencilla, construyendo a forma de collage la historia de la región”. 

Esas historias son la materia prima de la serie de ficción, homónima, La Maravillosa Gente Común, que está al aire por estos días en el Canal regional Telecafé. (ver promoción) con la adaptación de libretos para televisión de Arleth Castillo (Amor de Carnaval,Niche, Rafael Orozco) y la producción de un equipo de realización del eje cafetero encabezado por dos egresadas uniquidianas: la productora Érika Carvajal y la directora Ximena Salas, dupla que en 2019 realizó Corazón Violeta inspirada en la vida de la poeta Carmelina Soto (Piloto Corazón Violeta) y que se ha esforzado por crear contenidos de valor cultural y de recuperación de memoria de la región.

En la serie, que pone al aire 12 cuentos seleccionados de Orlando Montoya, se aprecia el escenario del Quindío como telón de fondo y está narrada con un lenguaje audiovisual concreto y efectivo, es decir sin artificios efectistas más bien con propuestas visuales sinceras y realistas, lo que interpreta de manera justa la narrativa de Montoya, es de destacar el casting y la banda sonora que también logra ambientar el eje cafetero de los ochentas.  

La Maravillosa Gente Común forma parte de un paquete amplio de buenas piezas audiovisuales hechas por pequeñas y medianas productoras de provincia que, debido a la política pública promovida por la Autoridad Nacional de Televisión en la que se asignó presupuesto de manera privilegiada a las historias de ficción, protagonizaron un auge de los contenidos dramáticos en la televisión pública; lo digo en pasado porque el presente es incierto. 

El insipiente ecosistema local de producción en el que conviven realizadores,técnicos, talento y prestadores de servicios logísticos, solo por mencionar algunos de los actores del mismo, corre el riesgo de vivir la ruptura de una burbuja de la producción de ficción por cuenta de los cambios promovidos en la ley 1978 mejor conocida como ley Tic, es poco lo que la industria de la producción audiovisual regional sabe sobre lo que será el acceso a los recursos para la realización de producción de mediana envergadura y por lo tanto reina la incertidumbre y se pone en peligro la continuidad de proyectos de buena factura e interés público.

Seguiremos a la expectativa de los movimientos, naturales por estos estos días de inicio de gobiernos, que dejen ver hacia donde va el rumbo de la industria audiovisual regional, esperemos que prime la calidad sobre el amiguismo y que la burbuja se consolide en ecosistema.

@jorgeurrea en tuiter.

La Doble Moral 2.0

La denominación dos punto cero (2.0) en el mundo digital hace referencia al paso dado entre la comunicación unidireccional y la posibilidad que brinda la web de interactuar y compartir información en dos o más vías, con ella nacen las redes sociales y a su vez, con estas últimas, la doble moral 2.0. 

Dos punto cero de: doble racero, cero empatía; de hipocresía al cuadrado y cero sinceridad; de dos para mi, cero para los demás. 

Basta con deslizar el dedo por la pantalla de un dispositivo móvil en cualquiera de las redes sociales para encontrar centenares de opiniones, comentarios, puntos de vista en todos los sentidos sobre los temas de actualidad. El aborto, por ejemplo, suscita posiciones encontradas que son el fiel reflejo de la doble moral, no de todos, pero si de muchos internautas: quienes se oponen al aborto legal se sustentan en el derecho a la vida, pero son los mismos que defienden la pena de muerte. En esa misma línea quienes critican la corrupción y esgrimen la bandera de la legalidad son los mismos que, con el argumento de la libertad, compran o apoyan drogas ilegales que a su paso han dejado abuso, sangre, privaciones y delitos para poder llegar al consumidor final. 

Así, la cadena de doble moral va de tema en tema y de opinión en opinión, sobre la libre expresión han corrido millones de bits -y ríos de tinta- justificando la razón por la que los usuarios de la red publican lo que publican. De los demás está permitido expresarse, pero, si las feroces palabras se les devuelven entonces se quejan de ciberbulling y se rasgan las vestiduras mostrándose como victimas, todo esto mientras sus escritos estilan veneno ponzoñoso sin consideración alguna. La paja en el ojo ajeno.  

Hace un año, por estas fechas, el senador  de Cambio Radical Antonio Zabaraín proponía, usando su twitter, poner control en la web “Regularemos uso de redes sociales.Legislaremos para que estas no sean un instrumento al servicio de resentidos sociales y sicarios morales” La indignación solo salta cuando se tocan los intereses propios, mientras en campaña se crean ejércitos de trolls para defender las propuestas y atacar inmisericordemente a los contendores. 
   

Como dice Drexler: nada es más simple “Cada uno da lo que recibe y luego recibe lo que da” esto, en términos comunicacionales, significa que el problema no es el canal sino el emisor.

Zapping: Un detalle que vale la pena resaltar, el corto ‘La Madre Monte’ (2017) dirigido por Leonardo González, que por estos días representa al Quindío y a Colombia en un festival de cine de terror y fantástico en Perú, contó con la participación del papá del terror en Colombia, el director Jairo Pinilla, a quien sele hizo un homenaje pidiéndole que actuara en la ‘peli’ y un guiño con una escena inspirada en su obra ‘Triangulo de Oro’. ¡En buena hora!




Cuando toca explicar

Resulta relativamente común que en medio de una conversación se exprese alguna idea considerando que el interlocutor tiene claridad de lo que se está diciendo, mientras éste, perdido en las palabras, busca encontrar coherencia en la premisa lanzada con amplia posibilidad de caer en tergiversaciones… ¿o no?.

No pretendo excusar a la vice presidenta Martha Lucía Ramírez, -ni más faltaba-  quien, en mi criterio, cayó en este lapsus que puso en evidencia, en el marco de un conversatorio en Medellín, el malestar que provocan los humanistas en el quehacer de algunos políticos. Es algo así: la ‘vice’ no quería decir lo que dijo, pero lo pensaba y su subconsciente la traicionó dejándola en evidencia, por lo menos así se entiende en las explicaciones dadas el domingo en un comunicado oficial.

El fondo de la discusión no está en que los profesionales de las ciencias sociales le parezcamos poco prósperos a la doctora Ramírez, mientras que los de las ciencias duras (que relaciono con las tecnologías de la información y la comunicación en esta columna) podrían tener un “desarrollo profesional más importante”, sino, en que se considere que por cuenta de la evolución tecnológica las profesiones vayan perdiendo valor frente a las necesidades que demandan las Tic. 

¡Claro! que se necesitan más profesionales que entiendan las Tic, lo que no es adecuado es promover jerarquías profesionales que pongan a unos por sobre los otros en razón de la remuneración.

No está de más recordar que las vocaciones (estudiadas y guiadas por la sicología) son el fruto de un proceso de elaboración de identidad que se construye a través de los años y que, cómo en todo lo que intervenga el ser humano, es complejo y diverso. Así pues, el trabajo de promoción de perfiles de las áreas Tic, debería desarrollarse desde la escuela, identificando los intereses de los estudiantes y, según las habilidades individuales, haciendo énfasis en los beneficios de las tic para fortalecer y facilitar el trabajo. En otras palabras, los jóvenes que pueden cursar estudios superiores eligen la carrera por la sumatoria de experiencias e influencias que han acumulado en la vida y no porque un político se los sugiera en un conversatorio, y si así fuera, entonces ese joven es muy posible que no finalice su proceso de formación en virtud a que es fundamental una motivación vocacional además de la económica.

Para no tener que explicar es mejor aplicar la manida frase: “…si juzgas a un pez por su habilidad para trepar árboles, vivirá toda su vida pensando que es un inútil”

Zapping: En hora buena por la producción audiovisual de ficción en la región, hace apenas unas semanas se emitió por Telecafé la serie “Abran Campo” y en este momento está al aire “La Maravillosa Gente Común” ambas de gran calidad visual y aporte de contenido para la cultura y la memoria local. Hay un grupo de realizadores que está creando de manera prolífica en el Quindío.

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