Suelo decirles a mis estudiantes de materias audiovisuales y sonoras que en mis clases no se vale utilizar expresiones como: páseme el ‘pitucho” o acomode el ‘coso ese. Nada de‘póngase el cosiaco’ o ‘mueva la cámara para allá’. El argot técnico de los medios no es pedantería, como muchos creen, es, en realidad, rigurosidad profesional y herramienta de precisión comunicativa.
La aparición de la inteligencia artificial generativa, a partir de lenguaje natural, ha creado la necesidad de apropiar, perfeccionar, ampliar y precisar el lenguaje técnico de los diferentes medios y sus narrativas, esto es, llamar las cosas por su nombre profesional, para que la IA pueda ejecutar las acciones de manera efectiva.
A los profesionales de la imagen, por lo menos a mí, nos causa algo de recelo ver cómo, con el surgimiento de las redes sociales audiovisuales o visuales en general, todo el mundo sabe y hace imágenes, mientras muchos llevamos años estudiando el tema, jóvenes ‘que apenas abrieron los ojos’ ya están haciendo videos, cortometrajes, fotos que lucen preciosas. ¡Claro que no está mal! Pero no deja de generar cuestionamientos profesionales.
Con el tiempo, términos que otrora no conocían ni algunos practicantes del oficio, como time lapse, iluminación práctica, rotoscopia, croma key o POV,solo por mencionar los más comunes; ahora son parte del argot de los nativos digitales. De nuevo, eso ¡está muy bien! Sin embargo, los códigos del lenguaje audiovisual no han sido profundizados aún por los generadores de contenido, debido a que los elementos que los componen suelen ser intuitivos e imitativos, es decir, se copian de las imágenes referenciales de los creadores, sin importar cómo se llama un movimiento, un desplazamiento de cámara o una acción dentro de la escena, simplemente se realiza y queda bien. Ni hablar ya del sentido conceptual del lenguaje audiovisual.
Pues bien, eso tiende a cambiar, porque con la aparición de la IA generativa audiovisual de Open AI, llamada Sora (cielo en japones) podría haber un punto de inflexión respecto al dominio de los códigos audiovisuales. (para aclarar el concepto de códigos está tomado de dos grandes teóricos de la imagen, Casetti y Di Chio, quienes describen, a partir de la descomposición de la imagen cinematográfica, los elementos que la crean: en lo visual, gráfico, sonoro y narrativo).
Sora es una inteligencia artificial generativa de imagen en movimiento, que aún no está disponible al público, pero que, conforme a lo presentado por la compañía creadora, promete resultados que ya tienen temblando a la industria audiovisual.
Sora, para la creación de sus productos audiovisuales, exigirá, entonces, la apropiación de los códigos audiovisuales de manera generalizada, porque la creación de imágenes en movimiento de buena calidad dependerá de la manera como se redacten los caption (textos en los que se les dan las instrucciones a la IA, ya hice una columna al respecto). Y la precisión de las imágenes dependerá de lo detallada y técnica que sea la descripción de la escena a recrear. Así pues, el conocimiento del lenguaje audiovisual será determinante en la obtención de resultados destacados. Ahora… siempre se le puede pedir a otra IA que ayude con la redacción del caption.
¿A dónde quedamos? Nos vemos en la red (0)
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