Vivimos en una época donde se ha vuelto sospechoso detenerse a pensar. La productividad se mide por la cantidad de tareas simultáneas que podemos realizar, no por la calidad del pensamiento que podemos generar. Frente a esta lógica de la prisa y la fragmentación, vale la pena preguntarse: ¿qué espacio le estamos dando al pensamiento profundo?
La pedagogía nos ofrece pistas. Un artículo clásico del ERIC Digest, escrito por Robert J. Stahl, destaca cómo pausas de apenas tres segundos después de una pregunta en clase —el llamado think-time— pueden mejorar radicalmente la calidad de las respuestas estudiantiles. Más reflexión, más precisión, más aprendizaje. Lo mismo ocurre con los docentes: al callar un momento, sus preguntas mejoran, se abren al diálogo, y dejan de ser simples disparadores para convertirse en invitaciones al pensamiento.
Ese gesto mínimo —guardar silencio— apunta a algo mayor: la necesidad vital de pensar sin interrupciones, de concentrarnos en una sola cosa, aunque sea por breves instantes. En un mundo saturado de notificaciones, es casi una osadía.
Aquí entra en juego el concepto de ocio vital, entendido no como pasatiempo vacío, sino como tiempo necesario para la contemplación, el análisis y la construcción de sentido. Sin ocio, no hay reflexión. Sin reflexión, no hay decisiones. Pero no se trata de romantizar la quietud. El ocio, si se vuelve eterno, puede derivar en evasión o en letargo.
Y confieso algo: escribo esto desde la contradicción. Soy impaciente, y a veces ansioso. Me gusta resolver las cosas rápido, moverme rápido, pensar rápido. Pero he aprendido —a las malas— que ser veloz no es lo mismo que vivir en piloto automático, y que se puede actuar con agilidad sin renunciar a la lucidez. Pensar no significa ir lento. Significa ir con sentido.
Tal vez no necesitamos más pausas eternas, sino pequeños silencios bien colocados. Como ese segundo antes de contestar un mensaje, antes de dar una clase, antes de decir lo primero que se nos ocurre.
Tres segundos. A veces, eso basta.
Nos vemos en la red (0)